¿Qué es la Rubéola?
La Rubéola
es una enfermedad infecciosa transmisible, de baja gravedad y es producida
por un virus de la familia Togavirus del Género Rubivirus, que produce un
cuadro leve en los niños y algo más complicado en personas adultas.
¿Cómo se transmite la Rubéola?
Se transmite entre personas a través de estornudos, tos o el contacto
con superficies contaminadas (pañuelos, vasos, o manos). La posibilidad
de que una persona no vacunada adquiera la enfermedad si convive con alguien que la tiene es del 90% .
¿Cuáles son los Síntomas de la Rubéola?
Los niños por lo general presentan pocos síntomas, mientras que los
adultos pueden experimentar fiebre, dolor de cabeza, indisposición
general (malestar) y secreción nasal antes de la aparición de la erupción cutánea. Ellos pueden no notar los síntomas.
Otros síntomas pueden abarcar:
- Hematomas (raro)
- Inflamación de los ojos (ojos inyectados de sangre)
- Dolor muscular o articular
¿Cómo se trata la Rubéola?
No existe un tratamiento específico para la rubéola. La actuación de
los especialistas durante la enfermedad suele centrarse en el control de
los síntomas y va dirigida a mitigar la fiebre y el malestar general, como si se tratara de un proceso gripal.
Se recomienda reposo y el aislamiento del paciente para evitar nuevos
contagios. Hay que acudir al pediatra si el niño con rubéola respira con
dificultad o la tos dura más de cuatro o cinco días. Se administran
antibióticos en caso de infecciones bacterianas (otitis o neumonía).
Normalmente, los síntomas son tratados con paracetamol hasta que la enfermedad termina por desaparecer. Sin embargo, no hay tratamientos disponibles para la rubéola congénita.
¿Cómo prevenir la Rubéola?
Existe una vacuna para contra la rubéola. Con la administración de la
vacuna se introducen virus debilitados en el organismo, de este modo, el
propio sistema inmune será capaz de combatirlo sin dar apenas
sintomatología. Gracias a que los anticuerpos específicos contra la
infección permanecen de por vida en el tejido linfático, el individuo
queda inmunizado frente a una nueva infección.as mujeres embarazadas no pueden vacunarse contra la rubéola
(de hecho, se debe evitar la concepción hasta tres meses después de la
administración de la vacuna), por lo que, si carecen de anticuerpos
(defensas) contra la enfermedad, es imprescindible que eviten el
contacto con cualquier persona que pudiera estar infectada.
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